Había un interés adicional por ver a Pour Homme y Saint Ballades en su primera gran prueba de fuego precisamente ante Fenerbahce y Maracaibo, ganadores clásicos que demostraron ser muy ligeros; junto a ellos, en la partida Atardecer el corajudo hijo de Farallon P del Villa María.
Llegado el instante
del arranque, lo primero que se notó es que Fenerbahce se iba de manos, y que
ante el inesperado impase, perdió posiciones y quizás unos seis cuerpos quedando en el penúltimo lugar delante
de Pour Homme que no quiso correr.
Entonces, todas las miradas se enfocaron a Saint Ballades
y Fonsarelli, que como un solo caballo pelearon encarnizadamente el comando
durante los primeros 600 metros. A esas alturas, Atardecer mantuvo el cuarto
lugar, inicialmente corriendo hacía los palos, pero después siendo
llevado por su jockey hacia los medios. De los otros, Fernerbahce y Pour Homme
no mostraban peligrosidad alguna y, por el contrario, no entraban al fuego de
las acciones.
Planteado así el asunto, y ya cuando se acercaban a los
últimos 200 para la sentencia, se comenzaba a evidenciar la potente atropellada
de Atardecer demostrando ser conocedor de estos tiros. Y logra dominar la
escena con mucha soltura, No aflojaba nunca, a diferencia del caballo del Juriem
Saint Ballades, que seguía bregando con tesón, pero que ya mostraba un paso
algo cansino. Del resto, no contaba ninguno, a excepción de Maracaibo, que
lleno de coraje insistía en pos del place, el mismo que no lo consiguió por cerca
de un cuerpo, o quizás algo menos.
Loas para Atardecer, sin atisbo de dudas un gran
velocista y un espléndido defensor de sus colores, Los mismos que disfrutaron
viéndolo cruzar la línea de meta en plan vencedor y que estuvo muy bien
presentado por su preparador Romel Carpio.
Foto: Palos Hípico
Foto: Palos Hípico
Por: Hipódromo Arequipa